Día 9: Kanazawa, Kyoto

Hoy desayunamos en la estación ya que con el alojamiento no tenemos desayuno, como en la mayoría de los que hemos reservado. Una pasta y un café por 550 yens (5,5€).
Hoy veremos el resto de Kanazawa antes de partir hacia Kyoto, así que empezamos por ir andando hasta el mercado de Omicho.
Cuando llegamos apenas acaba de despertar, no hay mucha gente y no todos los puestos están abiertos.
Es un mercado similar a los de nuestro país, con pescado fresco, verduras y comida para llevar sobretodo. En el exterior de los puestos suele haber trabajadores ofreciendo a probar sus productos a los transeúntes y así uno puede decidir si le gusta o no lo que va a comprar.

Se pueden hacer fotografías sin que se molesten, pero personalmente, y en este país, donde todo el mundo es tan respetuoso y amable, cuando me interesa hacer una, me paro y pregunto si les importa, a lo que amablemente responden con un gesto afirmativo, sin poner ningún impedimento.
Al salir del mercado andamos hasta los terrenos y jardines del castillo de Kanazawa, o lo que se puede ver de él, ya que fue arrasado en el gran incendio de 1923 y se ha reconstruido en parte.
El acceso al recinto es gratuito, y se puede pasear libremente por los jardines y ver las distintas construcciones que han ido levantando idénticas a cómo eran antaño.

Solo con cruzar una calle llegamos a los jardines Kenrouken, de los que se dice son los terceros más bellos de todo Japón.
Tras pagar los 300 yens (3€) de entrada paseamos por su extensos terrenos, con un lago central muy bonito, una casa de té, muchos árboles y plantas extremadamente bien cuidadas y alguna que otra tienda donde descansar con un helado o comprando un souvenir.
Vemos algunos trabajadores haciendo el mantenimiento del jardín, y es increíble ver como son capaces de limpiar casi hoja a hoja de un árbol para que esté impecable.

De camino al siguiente punto de interés pasamos por el templo de Oyama, que tiene una puerta de acceso muy grande y bonita, que en su día fue una de las puertas del castillo, pero que posteriormente se traslado a este templo.

Llegamos al barrio de Nagamachi, el distrito samurái de Kanazawa, barrio que aún conserva la estética de cuando existían los samuráis, con los muros externos de las casas que generan un paisaje digno de ver.

Algunas de las casas son de entrada gratuita, pero son de samuráis humildes o ashigarus (enlace Wikipedia).

Seguimos con la visita, y encontramos la villa samurái donde vivía la familia Nomura, donde por 500 yens (5€) de entrada vemos una casa espectacular, con objetos de la época y de la familia, un jardín precioso, las distintas habitaciones y hasta una pequeña casa de té donde puedes degustar uno, si pagas previamente, claro.

Por la zona encontramos un restaurante donde podemos escoger entre varios sets de ensalada/carne o ensalada/pescado por 750 yens por persona (7,5€).
Lo siguiente es volver al hotel, donde recogemos las maletas que nos han guardado después del check out, y nos dirigimos a la estación para coger un tren JR Thunderbird que nos llevará a Kyoto en poco más de dos horas.
Llegamos a Kyoto y nos queda poco luz de día, pero aún así, vemos que tanto la torre de Tokyo como la propia estación son merecederas de una visita con más detenimiento, así que vamos directamente hacia el alojamiento, el Budget inn Ryokan que se encuentra a escasos diez minutos de la estación.

Cuando llegamos a la dirección, hay un mostrador vacio, con un cartel que nos insta a acercarnos hasta el otro alojamiento de la misma cadena, que está en la calle de al lado para hacer el check in y allí nos atiende un chico muy amable, que nos enseña las instalaciones que podemos usar de ese edificio y luego nos acompaña hasta nuestro alojamiento, donde también nos muestra las distintas instalaciones del lugar. Podemos hacer uso de una sala pequeña pero bien equipada, con microondas, horno y nevera.
Salimos a comprar la cena en uno de los supermercados que nos indican desde el alojamiento y aprovechamos la sala y las facilidades que esta nos ofrece para cenar algo caliente ahí.
Esta vez probamos algo que en la mayoría de los supermercados hemos visto, y es que siempre hay una sección de comida caliente, con pollo rebozado, salchichas y otras cosas que esta vez decidimos probar, y de paso aprovechamos y compramos el desayuno del día siguiente, todo por 850 yens por persona (8,5€).

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