Día 10: Kyoto (Ginkaku-ji, Eikando, Heian, Ponto-cho, Gion)

Nuestro primer día en Kyoto, así que nos acercamos a la oficina de turismo que se encuentra en la estación para que nos informen de las distintas posibilidades que tiene la ciudad para desplazarse en transporte público y de paso vemos la propia estación de Kyoto y la torre.

Hay dos líneas de tren de JR, pero no son demasiado útiles, ya que no pasan por las zonas de más interés..
Con las líneas de metro pasa algo similar, también existen solo dos, y cruzan la ciudad de norte a sur y de este a oeste, así que dejan sin cobertura bastantes zonas de la ciudad también.
La mejor manera de moverse por Kyoto es el bus, ya que tiene una extensa red de líneas que cubren la totalidad de la ciudad y todos los puntos de interés son accesibles con ellos.
El billete simple cuesta 220 yens (2,2€) y un bono para el uso ilimitado durante todo un día son 500 yens (5€).
Cogemos un billete para todo el día, un mapa de la red de buses y preguntamos en que anden coger uno hacia el templo Ginkaku-ji (enlace Wikipedia), que tiene el famoso pabellón plateado.
La entrada a este templo son 500 yens (5€) y solo al entrar vemos los típicos jardines de arena, de los que no habíamos visto ninguno hasta ahora.

Enseguida vemos el pabellón plateado, pero que nadie se extrañe si no lo ve plateado, es así. El shogun planeo su construcción y su posterior recubrimiento pero falleció antes de que se terminara la obra y así se quedó.

Paseamos luego por sus jardines, con una extensa vegetación y unos pequeños lagos que transmiten paz y serenidad.
El camino de acceso al templo, que tomamos al salir está repleto de tiendas de comida y souvenirs, y bastante gente paseando y comprando.

Nosotros nos desviamos hacia la derecha, para seguir el Camino de la Filosofía, un sendero que transcurre paralelo a un riachuelo, muy tranquilo y apacible a los pies de las montañas que rodean Kyoto por el este.

En la ladera de estas montañas hay múltiples templos, pero como no tenemos tiempos ni fuerzas para visitarlos todos nos quedamos con algunos. El siguiente a ver es el templo Eikando (enlace Wikipedia en ingles ), por el que pagamos una entrada de 600 yens (6€).
Este templo tiene más edificios que visitar que el anterior y aunque no se pueden hacer fotografías, la visita merece la pena. Hay varios altares con figuras muy vistosas, y subimos hasta una pagoda situada en un punto más elevado, desde donde disfrutamos de unas muy buenas vistas sobre la ciudad.

En el siguiente tramo del camino encontramos una tiendecilla muy pequeña, con una mujer mayor muy amable que vende lo que parecen ser artículos de segunda mano. No puedo evitar comprarme un yukata distinto a los vistos hasta el momento a buen precio, 3500 yens (35€).
Seguimos nuestro camino por el camino de la filosofía, pero al llegar a la que sería nuestra siguiente visita, el templo Nanzenji (enlace Wikipedia en ingles), vemos que es muy tarde y si entramos saldremos muy tarde para comer, así que nos adentramos hacia la ciudad para buscar algún restaurante.
Para encontrar un sitio donde comer tenemos que andar un buen rato y acabamos comiendo un bol de ramen y otro de arroz frito por 950 yens por persona (9,5€).
Como hemos tenido que alejarnos mucho del templo, y para poder seguir viendo otras cosas, anulamos la vista al templo Nanzenji y nos acercamos a ver el templo de Heian (enlace Wikipedia) que tiene en la entrada el torii más grande de Japón, con unos 25 metros de altura.

Este es un templo sintoísta, con colores rojos y dorados muy llamativos.

En su interior están preparando algún tipo de espectáculo, ya que han llenado el patio interior de sillas metálicas. Es curioso, que preguntando a la gente que está colocando estas sillas no sepan decirnos para que evento son, ellos solo saben que es algún espectáculo musical para el día siguiente.
Para andar menos, o para ver más cosas, cogemos un bus que nos deja en Gion, desde donde andamos por los alrededores de las calles Shijo Dori y Kawaramachi para ver varios centros comerciales que hay.
Vemos también la calle Ponto-cho, una calle que transcurre paralela al rio, y donde se han montando muchas terrazas a la orilla de este de restaurantes. Es una zona con mucho ajetreo de noche.

Entramos en uno de esos centros comerciales, más que nada para refrescarnos ya que hace un calor insufrible, y de paso hacemos tiempo para ver Gion en una hora más adecuada.
Gion (enlace Wikipedia) es el barrio de las geishas de Kyoto, formado por varias calles con casas de madera de una o dos plantas, con un aspecto visual muy tradicional y bonito, aunque la mayoría sirven actualmente como bares o restaurantes.

Paseando por el barrio llegamos hasta Gion Corner, un teatro donde hacen representaciones de las distintas expresiones artísticas típicas japonesas como la ceremonia del té, el ikebana, los bailes de las geishas y maikos... es un espectáculo caro ya que cuesta 3150 yens (31€) pero como no hemos visto aún ni una geisha decidimos verlo.

El espectáculo es interesante, te permite ver tradiciones que de otra manera sería difícil de presenciar.
A la salida ya es oscuro y el aspecto del barrio ha cambiado bastante, todos los restaurantes han encendido las luces y los farolillos y hay bastante gente paseando, no sabemos si a la "caza" de geishas o buscando un lugar donde comer.
Nos despedimos del barrio sin haber visto ni una geisha, aunque varias chicas con kimonos sí que hemos visto.

Con el bus llegamos a la estación de Kyoto, desde ahí andamos hasta el edificio que hay detrás de la torre de Kyoto, donde hay un Yodabashi, que en la planta B2F tiene un supermercado que está muy bien y donde para cambiar y aprovechando el horno, compramos una pizza y un okonomiyaki, que es una especie de torta típica, compramos también ensalada y el desayuno del día siguiente y algo de fruta por 850 yens por persona (8,5€).

1 comentario:

  1. Muy interesante y lindo, gracias por compartir. Por cierto, cuánto tiempo te tardó hacer todo eso? Sin contar el tiempo del teatro :)

    Gracias

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