Otra vez empezamos el día yendo a la oficina de información de la estación de Kyoto, ya que no reservamos visita con antelación, y nos confirman que se puede hacer la visita igualmente mientras estés en la puerta unos minutos antes si hay plazas disponibles. Así que lo dejamos para el día siguiente y aprovechamos los JR Pass para ir a visitar el bosque de bambú.
Hay que coger un tren de la JR Sagano Line hasta Saga Arashiyama y una vez allí andar unos diez minutos hasta la entrada al templo Tenryu-ji (enlace Wikipedia en inglés). En información nos han dicho que el bosque está en el templo, así que pagamos los 500 yens (5€) de la entrada a los jardines y los recorremos en toda su extensión. Vemos los edificios del templo por el exterior y unos jardines con su lago muy bien cuidados.
No hemos visto por ningún lado nada parecido a las fotografías del bosque, así que preguntamos en la entrada y nos indican que debemos salir por la puerta superior. Eso significa que el bosque está fuera del recinto del templo, por lo que no hubiera hecho falta que pagáramos la entrada, pero nos ha servido para ver otro bonito jardín.
Si al llegar a la entrada del templo Tenryu-ji se va hacia la derecha se llegará al mismo camino que encuentras en la salida superior del recinto y no hace falta pagar, si no apetece, la entrada al templo o jardín.
El camino transcurre entre un mar de bambú, de una altura más que considerable, que hace que, aunque haga un día con un sol radiante, no entre demasiada luz en el camino.
No hay mucha gente paseando por el recorrido, lo que nos permite tomar buenas fotografías.
Deshacemos el camino hasta la estación de JR, ahí volvemos a coger la misma línea, pero esta vez bajamos en la parada de Nijo, donde tras andar cinco minutos llegamos a la entrada principal. 600 yens (6€) nos abren las puertas del castillo de Nijo (enlace Wikipedia)), y procedemos a su visita
Hay una pequeña parte en reconstrucción, pero vemos la mayoría de los edificios y jardines del castillo.
El edificio principal del castillo es impresionante, está muy bien conservado y muestra una buena colección de pinturas en paredes y puertas además de algunos carteles en inglés con la explicación del uso de cada sala.
Siendo la hora de comer, al salir del castillo buscamos algún sitio donde comer, y aunque empieza a llover, andamos hasta un Mos Burguer que hemos visto de camino. Es una hamburguesería, estilo McDonald’s, pero con especialidades propias ,como una hamburguesa con un sabor a pescado, que está bastante buena. Por 700 yens (7€) comemos la hamburguesa con patatas y la bebida.
La siguiente visita es el templo Kinkaku-ji (enlace Wikipedia), famoso por su pabellón dorado al que llegamos con la estupenda red de buses.
Empieza a ser molesta la lluvia, así que paramos en un Lawson a comprar unos paraguas, de los que vemos que usa casi todo el mundo, son transparentes y cuestan entre 400 y 500 yens (de 4 a 5€).
Ahora sí, bien equipados pagamos la entrada al templo que son 400 yens (4€) y tan solo entrar nos encontramos con el pabellón dorado, que a diferencia del plateado que vimos el día anterior sí que llegaron a recubrirlo.
Es espectacular, y además los jardines y el lago que lo rodean transmiten mucha serenidad y paz. Aún haciendo un día nublado y lluvioso, el paisage es estupendo.
Volvemos al alojamiento, no sin antes pasar por el Yodabashi cercano a la estación de Kyoto a comprar la cena y el almuerzo para los siguientes dos días, en lo que nos gastamos unos 1500 yens por persona (15€).
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