Día 4: Tokyo (Kamakura, Yokohama)

Con el estómago lleno tras el sustancioso desayuno del Edoya nos dirigimos andando hasta la estación JR de Ueno, ya que nuestros JR Pass empiezan a tener validez desde hoy.
Desde Ueno usamos la JR Yamanote line (la circular) hasta Tokyo Station y de allí tenemos que coger la JR Tokaido hasta Totsuka o Ofuna (dependiendo del tren), unos 40 minutos, para hacer el cambio a la JR Yokosuka hasta Kitakamakura, donde empieza nuestro itenerario de hoy.
Justo al lado de la estación está la entrada al templo Engaku-ji, que cuesta 300 yens. Este templo es un complejo bastante grande, integrado totalmente en la ladera de la montaña, con muchos edificios distintos, cada uno con su función. A diferencia de los vistos hasta ahora en Tokyo, la extensión que ocupan todos sus edificios es mucho mayor.
Recorremos gran parte de sus caminos y escaleras para descubrir rincones deliciosos y esculturas impresionantes.

Al siguiente templo, Kencho-ji, llegamos a pie por un sendero que discurre alrededor de la vía del tren, en menos de un kilómetro. La entrada también son 300 yens y el estilo del recinto es similar al anterior, aunque tanto la extensión como los edificios son más grandes.

Después de aproximadamente un kilometro más llegamos al templo Tsuruagoka Hachiman-gu, en las inmediaciones del pueblo de Kamakura y por el que no pagamos entrada aún siendo el más vistoso de los templos que hemos visitado hasta el momento.
Como venimos de Kitakamakura nos ahorramos la subida considerable de escaleras, ya que entramos por la parte superior del recinto.
Hay un pequeño camino que sube una cuesta con bastantes toriis que nos gusta mucho.

Luego vemos el edificio principal, donde hay unos monjes realizando sus rituales y gente haciendo sus ofrendas. También un museo, al que no entramos por tiempo y dinero, son 200 yens.
Bajamos la larga escalera para llegar a la esplanada inferior, donde hay más edificios, los jardines y la entrada principal al recinto.

Por el ancho paseo hacia la entrada principal pasamos por algunos tenderetes de comida, donde no podemos evitar probar alguna cosa, y nos decidimos por una especie de pincho de pepino con una salsilla por encima que nos convence bastante y por solo 100 yens.
En el inicio del paseo hay un torii bien grande, con un curioso paso de peatones.

En la avenida que se extiende desde la entrada al recinto del templo hay muchos comercios, tiendas, restaurantes y mucha gente paseando. Hacemos lo mismo nosotros mientras buscamos un sitio que nos guste para comer y acabamos subiendo a la segunda planta de un edificio donde hay un restaurante muy pequeño, donde por 800 yens comemos un bol de arroz o fideos con algas o pescado, y un par de complementos.
Seguimos por la avenida hasta llegar a la estación de Kamakura, que no está muy lejos y cogemos una especie de tren eléctrico que nos lleva a Hase.

Como no nos da tiempo a ver todos los templos que teníamos previstos, decidimos priorizar el Gran Buda o Daibutsu de Kamakura que está en el templo Kotoku-in.
De camino al templo hacemos un tentempié y compramos un doriyaki, pero relleno de helado que está muy rico.
Sin andar demasiado llegamos al templo, y tras pagar la entrada de 200 yens podemos ver el impresionante buda de 11,3 metros de alto sin contar la base y un total de 120 toneladas.

Sin poder ver el templo de Hase-Dera volvemos a coger el mismo tren hasta Kamakura, donde cogemos casi cualquier línia hasta Yokohama y en 20-30 minutos estamos ahí.
Desde Yokohama, y aún con el JR Pass usamos la línia JR Negishi y en solo una parada nos bajamos, ya que en Sakuragicho se encuentra la bahía de Minato Mirai 21. Llegamos justo cuando el sol se está poniendo, así que disponemos de un rato de luz todavía pero en breve se encenderán las luces, lo que nos brindará el espectáculo que queremos ver. Los grandes rascacielos, el parque de atracciones con su noria empiezan a iluminarse, y por encima de ellos destaca la torre Landmark, donde existe un mirador con el ascensor más rápido del mundo. Sube hasta el piso 69 en apenas 40 segundos gracias a los 750 metros por minuto que llega a alcanzar. Eso sí, hay que pagar una entrada de 1.000 yens.

Las vistas desdel mirador son impresionantes, no se divisa el final de la ciudad, es inmensa, y cuantas luces y edificios!

Después del maravilloso espectáculo y de incontables fotografías nos dirigimos de nuevo a la estación, donde cogiendo un tren de la línia JR Sobu llegamos hasta Okachimachi, la más cercana al hotel.

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