Día 16: Miyajima, Tokyo

Antes de coger el ferry que nos aleje de Miyajima salimos a pasear por la calle principal, para hacer las últimas compras en la isla. Probamos las típicas galletas de Miyajima fritas, y alguna cosa más que comemos mientras andamos.
Recogemos las maletas del alojamiento y partimos con la intención de hacer el mismo camino que el resto de días hasta Hiroshima, pero sucede algo inesperado, después de tan solo una parada, el tren se detiene en medio de las vías. Tras una ligera confusión de la gente de nuestro alrededor, el conductor sale de la cabina en la que está y se dirige a la gente para comentar alguna cosa en japonés que evidentemente no entendemos. Suponemos que se ha producido alguna avería que impide que sigamos y aunque el conductor no habla apenas inglés, hace lo posible por explicarnos algo sobre la situación. Nos dice que puede ser que estemos parados mucho rato.
Mientras esperamos, la gente se va acercando hasta la cabina del conductor, y éste les atiende amablemente, disculpándose y hablando con ellos. Algunos se acercan hasta tres veces, y la paciencia del conductor no se ve mermada.
Este gran retraso, ya que esperamos más de una hora, hace que perdamos el Shinkansen destino Tokyo para el que teníamos asientos reservados.
Aparece otro conductor, y en breve el tren reanuda su marcha pero en dirección contraria, así nos deja en la estación que habíamos pasado. Allí se forma una larga cola para salir, ya que la oficina de tickets es muy pequeñita y todo el mundo se detiene, pregunta, se queja en ella.
Al llegar nosotros nos dan unos papeles pequeños blancos, pero no entendemos para qué sirven y ellos no saben decírnoslo en inglés, pero por suerte en la cola se encuentra una mujer que habla bastante bien castellano con acento latino y nos informa que con el papel podremos coger el tranvía, que hace el mismo trayecto que el tren, de forma gratuita.
El viaje en el tranvía es largo y muy incómodo, ya que hay mucha gente, y muchos vamos con maletas. Cuando por fin llegamos a la estación de Hiroshima, lo primero que hacemos es dirigirnos a las oficinas de JR para ver qué podemos hacer, y sin apenas cruzar palabra nos reservan asientos para otro tren que salen al cabo de unos 45 minutos. Eso nos da tiempo de dar una breve vuelta por la estación e ir a comer rápidamente a un restaurante donde elegimos una hamburguesa japonesa, arroz, sopa de miso y algo de ensalada por 700 yens (7€).
El trayecto hasta Tokyo se hace con tan solo un cambio de tren. El primer tramo del recorrido lo hacemos en un JR Sakura 554, y en Shin-Osaka debemos cambiar a un Shinkansen Hikari 528 que llega a Tokyo a las 19h. Desde la estación de Tokyo, aún tenemos que ir hasta el alojamiento, que se encuentra en la zona de Ueno, así que usando el JR Pass subimos a un tren de la JR Yamanote Line hasta nuestro destino final.
Al alojamiento, el Weekly Mansion Ueno, llegamos tras diez minutos andando y aunque es algo lúgubre y de aspecto no tan cuidado con el resto de alojamientos, está perfectamente equipado y es muy amplio.
Como hemos pasado el día en el tren, decidimos salir a cenar fuera y pasear un poco, hasta que entramos en un restaurante donde puedes personalizar bastante tu menú, aunque eso sí, siempre a base de arroz o fideos. Comemos por 800 yens (8€) y al salir pasamos por un supermercado para comprar el desayuno de los días siguientes.

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